Aquellos que me conocéis un poquito sabéis que el rosa no es precisamente mi color preferido. Tanto es así que para hacer el “gender reveal” de Sol me inventé un juego con los colores del limón para evitar el rosa 😂. Sin embargo, cuando llegamos a Holanda la vida me sorprendió y me enseño que éste podría ser el color mas bonito del mundo.
Recuerdo llegar una mañana al NICU (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal) a toda prisa por ver a mi niña y me me la encontré envuelta en una manta rosa chicle. La angustia que traía de no poder estar con ella se calmó de pronto y sonreí pensando que la enfermera de turno, nuestra querida Shannon, había elegido esa manta con todo su cariño y había arropado a nuestra pequeña Sol en nuestra ausencia .
En ese mismo instante, el color rosa chicle se convirtió en el color mas bonito del mundo para mi🌞.
En aquel momento no lo sabía, pero esa manta estaba hecha a mano por la abuela de otra de las enfermeras a sus 100 años de edad. En cada una de sus piezas bordadas a mano para los niños del NICU iba un rezo, así que Sol estuvo cobijada por el cariño, el amor y la fé de aquella abuelita.
La UCI no es el sitio que hubiera elegido para recibir a mi bebé pero me siento inmensamente agradecida y afortunada de haber podido caer en manos de un equipo tan maravilloso que nos arropó cada segundo llenándonos de luz y esperanza. Algún día os contaré más sobre nuestra experiencia en el NICU así como otras historias como las del maravilloso pulpo rosa 🌹